
William Holman Hunt, un pintor inglés de finales del siglo XIX, realizó tras un viaje a Jerusalén una pintura que aúna ambas historias. La obra, llamada “El triunfo de los Inocentes”.
Muestra a María, José y el niño Jesús escapando a Egipto mientras el rey Herodes mata a todos los primogénitos varones o “inocentes” en Belén, descritos en El Evangelio de Mateo, 2: 16-18.
Hunt originalmente tenía la intención de mostrar solo la Sagrada Familia, pero finalmente agregó a los inocentes martirizados. Estos Santos espíritus acompañan el viaje a Egipto, algo de lo que se percata únicamente el Niño Jesús que quiere jugar con ellos.
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